Antes de nada, es necesario tener en cuenta la importancia de compartir con el niño toda la información que debe saber sobre su alergia. Ya que los niños son capaces de asimilar los cambios siempre que se les explique de una forma natural. Así, es recomendable sentarse a hablar con ellos para explicarles lo que les ocurre y asegurarnos de que lo entienden. A partir de este punto es el momento de preparar las vacaciones para este verano con niños.
Recomendaciones imprescindibles para niños alérgicos
- Si el niño va a participar en algún campus, campamento o cualquier actividad en grupo, es imprescindible mantener informados a todos los responsables sobre el tipo de alergia, indicando también el tratamiento y las pautas a seguir en caso de reacción. Es recomendable plasmar estas recomendaciones con un documento por escrito al que puedan recurrir en caso de duda. Esta información es más completa cuando viene de la mano del informe de un alergólogo. Además, si se tiene previsto viajar al extranjero, es de gran utilidad llevarlo traducido al idioma del país, o al menos al inglés. También resultará de gran ayuda conocer el teléfono de emergencias del país de destino.
- Utilizar identificadores para que se pueda recurrir a ellos ante una reacción, por ejemplo. Resulta muy práctico usar pulseras o colgantes identificativos, al igual que otros dispositivos similares en caso de alergia a alimentos, medicamentos o veneno de himenópteros.
- Llevar siempre la medicación prescrita por el alergólogo. Este tipo de medicamentos suelen ser: antihistamínicos, inhaladores y cámara espaciadora en caso de asma, o autoinyectores de adrenalina.
Otras recomendaciones a tener en cuenta
Si el niño tiene alguna alergia alimentaria, hay que enseñarle a identificar el alimento o los alimentos responsables de dicha alergia. Cuando coma fuera del domicilio, es recomendable hacerlo en locales adscritos a las asociaciones, si se da el caso, y hay que advertir a los responsables del restaurante de la importancia de evitar la contaminación cruzada. Es decir, comprobar que no usen utensilios que hayan estado en contacto con los alimentos que provocan la alergia.
Por otro lado, en caso de que el menor padezca dermatitis atópica o alergia solar hay que usar cremas con índice de protección solar máximo, ropa de algodón transpirable, mantener una adecuada hidratación oral y el tratamiento habitual de la piel. Recuerda la importancia de, en caso de bañarse en piscinas, evitar baños prolongados y retirar los restos de cloro de la piel al salir.
Otro posible caso de alergia en menores es ambiental, es decir, pólenes, ácaros, epitelios animales, por lo que se debe evitar en la medida de lo posible la exposición a cualquier desencadenante de sus síntomas. Para ello, resulta de especial utilidad consultar páginas web de aerobiología para informarse del polen que habrá en el lugar de vacaciones, ventilar las habitaciones durante el menor tiempo posible, procurar un alojamiento libre de objetos que acumulen ácaros de polvo y evitar los ambientes y suelos húmedos donde puedan acumularse hongos.
Dra. María Blázquez Fernández
Alergóloga en Centro Médico Complutense (Virtus Complutum)
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