Se trata de someter al paciente al nivel de máximo esfuerzo posible, por eso adaptamos la intensidad de esta prueba a las necesidades y condiciones físicas de cada uno de ellos. Aquí es importante que el paciente vaya informando en todo momento si siente algún tipo de mareo, sofoco, sudor frío, dolor o presión en el pecho, ya que este será un indicador de que debemos parar la prueba.

Aun así, el procedimiento a seguir es muy sencillo. Consiste únicamente en colocar una serie de electrodos en el pecho del paciente que registrarán la actividad eléctrica del corazón al igual que se realiza en un electrocardiograma: Ir a prueba médica Electrocardiograma

A continuación, el paciente deberá realizar un esfuerzo físico, ya sea corriendo en un tapiz rodando o pedaleando en una bicicleta estática mientras nuestro especialista va llevando el control de la presión arterial.

Cada tres minutos, subiremos el nivel de intensidad del ejercicio hasta que el paciente comunique que ya no puede más. En ese mismo momento, comenzamos con la fase de recuperación.